Depende. Todo depende del pie con que me levante. Si la noche se ha tornado sueño o pesadilla. Hay mañanas en las que mi semblante ofrece su mejor sonrisa a la mujer que me mira tras la ventana plateada de enfrente. La noche que dejo atrás, me ha cubierto con un manto reparador que me ha arropado también el alma. El descanso ha sido plácido y benevolente conmigo.
Estos días el agua se desliza fresca y sugerente por mi cara, espabilándome, sacudiéndome el sueño y la pereza del cuerpo, y transmitiéndome esa fuerza que me permite afrontar un nuevo día. Humedeciendo mis cristalinos, se pierde en ondas centrífugas que la atraen hacia el sumidero y la hacen viajar en el tiempo y en el espacio, para ir a parar a un remanso florido - lago añil estancado- , ribeteado de vivas flores multicolores. Su visualización dulcifica mi carácter y convierte mi jornada en un reloj de arena constante y una vena que carga mi pluma creativa. Ese día mis ojos me hacen apreciar al detalle: un amanecer irrepetible, un singular esbozo de nube en la cúpula celeste, una mirada expresiva al cruzar una esquina, un beso de ida y vuelta, una nueva hoja inmaculada en el calendario de mesa... Musas y númenes bailan entrelazados su cómplice danza, ya sea al son de las cuerdas que forman los rayos de sol, o bajo ritmos de lluvia provenientes de aleros mojados. Acechan mi paso, me inundan de inspiración.
Sin embargo, no puedo evitar que haya días en los que despierto en el ángulo muerto. En un rincón olvidado, sin arpa que acariciar. Mi imagen sigue dormida al otro lado del espejo. La busco insistente, lenta, pero ella se niega a ofrecerme su mejor reflejo. Un sobresalto tras una pesadilla la ha dejado abrumada en horas de descanso vanas. Mi cuerpo acusa el cansancio y aún es madrugada. Quisiera hoy ocultarse, no tener que dar la cara al mundo que espera, pero las obligaciones no tienen botón de pausa.
Esos días el agua apenas revive mis ojos adormecidos, aunque sí que se atreve a despertar tímidamente los poros de mi piel bajo una artificial cascada. Y huye ávida de mis surcos faciales, hoy más tensamente definidos, y pasa veloz, derrapando por mis curvas: quiere escapar por agujeros de acero que colindan con tubos grises, conectados a un mundo subterráneo. Las aguas transcurren inquietas por un río turbulento de curso cambiante, siempre al borde del desfiladero, atravesando paisajes en escala de grises que la llevan a desembocar en cavernas subterráneas, tristes y sombrías, que la hunden en el fondo de la desconfianza y la desolación.
Ese día, aunque no sea martes, es mejor dejarse llevar sumisamente por la rutina y no embarcarse hacia la Itaca de tus sueños.
Días y días.
ResponderEliminarMuy bonito.
Rbelate contra esos dias salidos de la nada que te quiere absorber ...bebete el dia ,vivelo como el ultimo que te tocara vivir ,anda corre ,salta ,rie sueña vuelve a ese atras que tuvo que ser feliz y no fue ..borralo ,cambialo ,vive porque no hay dos personas como tu en el mundo ,porque eres unica e irrepetible y porque estas aqui para que ningun dia sea martes .
ResponderEliminarCon cariño ..Mari Carmen
Gracias, Juanma. El otro día al conocerte y darte la enhorabuena, no te comenté que uno de los días de agosto en que compré el Ideal, me encontré con tu relato "Cita fallida". Me gustó tanto que lo recorté y guardé junto a mis borradores de relatos del taller de creación literaria que estoy realizando en la Universidad. Reconocí su valor, sabía que sería uno de los premiados. Me ha gustado mucho tu blog, te seguiré. Saludos.
ResponderEliminarMari Carmen, todo sucede por alguna razón. Hasta en los días que quisiéramos borrar del calendario, días despejados,luminosos y aún así, sin saber cómo, en cierto momento el nublado se sitúa justo sobre nuestra cabeza. Y a pesar de que llevas la oscuridad de la tormenta sobre tí, que todos quisieran alejarse para seguir disfrutando del sol, te encuentras con personas que se mojan con tu lluvia y te dan cariño desinteresado, justo cuando más lo necesitas. Gracias por tu profesionalidad, por tu abrazos, por tus palabras. Seguimos en contacto. Besos.